Con 1,000 rosas blancas dispuestas con precisión artesanal, este majestuoso oso floral simboliza amor eterno, inocencia y elegancia celestial.
El lazo dorado que lo adorna añade un toque de realeza y lujo, convirtiéndolo en una pieza que trasciende lo común.
Cada pétalo refleja serenidad y sofisticación, haciendo de este diseño un tributo al amor más puro, digno de los corazones más refinados.




